"Todo muy picadito"

11 de abril de 2012

Dulces de clausura ( paseando por Sevilla)


Paseando el pasado Martes, nos acercamos a comprar unos bollitos a Santa Inés.
Este convento atesora una de las historias o leyendas mas antiguas de Sevilla. El Rey Pedro I se enamoró de María Coronel, dama de importante familia sevillana, y viuda de Juan de la Cierva, decapitado por el rey acusado de traición, así como también fue muerto a manos del rey el padre de doña María, y despojada ésta de todos sus bienes. Debido al acoso del rey, ella se refugió en el cercano convento de Santa Clara, a donde el rey mandó ir a buscarla, y al oír que llegaban al convento, y hallándose en la cocina, se volcó aceite hirviendo por la cara desfigurando su rostro. El rey arrepentido devolvió a Doña Mª las tierras sustraídas fundando ella en 1374 el convento de Santa Inés con 40 monjas. Su cuerpo apareció incorrupto al descubrirse por el siglo XVI, y se visita los días 2 de Noviembre.



Puerta de entrada en la calle Doña Mª Coronel al convento de clausura de Santa Inés.
Al fondo se vislumbra el zaguán donde se encuentra el Torno, a través del que se realiza la compra de dulces.





Gracias a una reciente restauración se han recuperado  estos frescos  ocultos anteriormente.
En el lateral del torno hay una relación de los tipos de dulces y sus precios.
Magdalenas, almendradas, sultanas, cortadillos, pestiños, etc.,
y sus renombrados bollitos de Santa Inés.




Tras tirar de la cadena que hace sonar la campanilla, y pasados unos segundos,
oímos un "¡Ave Mª Purísima!" de cadencia latina, y recordando mis tiempos en colegio de monjas, respondo presta: "¡sin pecado concebida, hermana!, ¿Han hecho hoy bollitos?". A Manolo y a mi se nos alegra la cara cuando contesta que sí, como todos los Martes y Viernes, y pedimos 2 bolsitas, y ya que estamos aquí, unas magdalenas de leche que también están recién hechas. Y bolsa hacia afuera al son del movimiento del Torno, y pago hacia dentro girando de nuevo, y con una "visión imaginada" de la monja que desde dentro nos despide nos volvemos para la puerta de la calle a través del patio.





A unos metros del tráfico de la calle y ¡qué tranquilidad aquí dentro!.
Sevilla está llena de conventos y muchos de ellos elaboran famosos dulces, bizcochos y mermeladas como los vienen haciendo desde hace siglos; Santa Clara, Santa Paula, San Leandro, San Clemente, Santa Inés...son algunos ejemplos, además del placer de pasear por el casco histórico y visitar estos monumentos.

LA RECETA:

Ingredientes:

500 gr. de harina
150 gr. de aceite de oliva
una pizca de levadura
50 gr. de ajonjoli
sal
Agua, la que admita.


Elaboración:

Se mezcla la harina con la levadura, el agua y la sal y se amasa, una vez que tenga consistencia se divide en trozos y se les da forma de 'ese' o mejor del símbolo de la integral, se colocan en una placa, espolvoreada previamente de harina, y se les adorna con ajonjolí, se meten en el horno hasta que estén hechos. Conviene consumirlos pronto porque se endurecen en poco tiempo.


En todos los sitios que he buscado aparece la misma receta, al parecer originaria del propio convento, pero me ha llamado la atención que en ninguna de ellas aparece el azúcar, tratándose de bollos dulces,  ¿error?, ¿olvido?...........

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